Vienes arrollando,
con tu legado de silencios
abanicando incendios.
Pisas fuerte,
y también pisas mi alma
cuando de una mirada me pones
de patitas en la calle del olvido.
Ya no somos inocentes,
los dos matamos inquietudes
al pie de la trinchera,
y tú me mataste a mí, a tu mentor,
a tu recolector de miserias,
al creador de tus madrugadas austeras.
A mí, que en un arrebato autoritario
abolí la libertad de preferir tu ausencia
"Abolí la libertad de preferir tu ausencia." Me parece uno de los versos más maravillosos que he leído nunca. He escuchado versos bonitos, con mucho ritmo, muy bien rimados..pero muy pocos, como este, tocan, a mi modo de ver, la maravilla!
ResponderEliminarTe he agregado como amigo en facebook!!!!!te invito también a ojear mi blog, sería un honor, Daniel...
Gracias Samuel por tu comentario. Para mí es un honor que le hayas dedicado un momento a mis escritos. Seguro me pasaré por tu blog
ResponderEliminarUn abrazo fuerte
Daniel que sencillo e intenso me encantannnnnn.
ResponderEliminarLEDESAKA
Gracias de nuevo Sandra por tu comentario. A veces la simplicidad y la sencillez son el recurso más bello.
ResponderEliminarUn abrazo fuerte
me gusta lo que leo aqui...me suena calido y cercano ...voy a pasar mas de una vez,lo se...besos!!!
ResponderEliminarpor favor...saca lo de copiar la palabrita!!! uno lee esto a horas en que los ojos apenas si distinguen una letra de otra, y meter un comentario es casi una hazaña!!!! saludos!!!
ResponderEliminarEs bellamente impactante.
ResponderEliminarBeso.
Gracias "sildelsur" por pasar por aquí, será un placer recibirte en mi humilde casa "virtual".
ResponderEliminarLo que no he entendido es el segundo comentario "sacar lo de copiar la palabrita..."
Un abrazo fuerte y bienvenida
Gracias Paloma.
ResponderEliminarUn beso más