RÍOS DE CENIZA
Por tus sombras navego
con la extrañeza
de un transeúnte solitario
Te pienso en el umbral de la muerte,
en el devenir de este afluente mío,
moribundo, tuberculoso, incendiario
Y te siento ajena,
como un eco que
en el extravío de las horas dormidas
aterriza sobre una pendiente deslizante
Esbozo la mueca
de aquél que se sabe sombrío
Trazo la aflicción
de aquél que se sabe navegante
sobre ríos de ceniza
Impresionante...siempre que leo algo tuyo me qedo con el sabor a poco, con ganas de escarbar mas, me gusta la melancolía de tus palabraa...
ResponderEliminarLedeska
Este poema me gusta porque tiene sabor a clásico. A poema perdurable por encima de los años y las modas.
ResponderEliminarDonde se esconde la propia oscuridad de tu sombra
ResponderEliminarque desnudará el viento con un soplo olor a vino.
Es mejor una luz roja que una que a veces notamos blanca.
Hermoso poema Daniel, encierra mucho, de la misma forma que deja salir demasiado.
Besos
Lu. La Insoportable
Gracias Sandra por tus palabras siempre tan generosas. Es un placer que formes parte de este blog y que te emocionen mis humildes versos. Un abrazo infinito
ResponderEliminarGracias Pidal por comentar...y por tu elogio...si son ciertas tus palabras...el propio tiempo se encargará de revelarnoslo, sin embargo, ya me conformo con que te haya llegado adentro...Un abrazo enorme
ResponderEliminarGracias Lu por comentar, me gusta tu descripción del poema "encierra mucho, de la misma forma que deja salir demasiado", porque es exactamente así, la mayor parte de veces expresamos tan sólo la punta del iceberg, que es la parte más visible, más desgarradora, pero a menudo queda en la sombra algo más importante, que es el poso de los sentimientos. Si por casualidad he conseguido desnudarme en este poema y al mismo tiempo dejar un margen para la intuición, y para la insinuación de aquello que no se ve pero que sustenta al mismo poema...me doy por "humildemente" satisfecho. Gracias de nuevo. Un abrazo
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