sábado, 25 de junio de 2011
MUY POCO O CASI NADA
Lo cotidiano se vuelve a veces impoluto
como el vínculo de mis manos con tu cuerpo,
en esta mañana agitadora de silencios con cortinas corridas,
donde el amor a ratos es más vívido
porque nace y se extingue
a cada soplo de intemperie.
Callar y vivir, callar y vivir,
tal vez esta sea la solución,
dejar que sean las piedras las que hablen
de ese espacio y de ese tiempo intangibles
que sólo tú y yo conocemos.
Callar y vivir, callar y vivir,
dejar que la noche, con su voz turbadora,
nos narre lo imposible,
nos amamante con su teta sombría
poso de blasfemias.
Vivir y correr, vivir y correr,
tal vez esta sea la solución,
huir de este paisaje ocre que es tu ofrenda
de muy poco o casi nada.
Vivir y correr, vivir y correr,
tras horizontes quebrados con la llegada
de otra mañana adherida amarga a la lengua.
Hoy te tomaré de nuevo, como ayer,
Con cada lumbre, con cada sombra,
porque la vida
se ha manifestado a través de tus piernas largas
como días de ausencia.
Hoy te tomaré de nuevo, como ayer,
Con cada exilio, con cada arista,
porque las tripas me convocan
al hueco de tu dorso atemporal
Hoy te tomaré de nuevo, como ayer,
Con cada acantilado, con cada duda,
porque tal vez mañana
no recuerde el rostro de estas sábanas
que se arrugan con el verbo impronunciable.
Hoy te tomaré de nuevo, como ayer,
Con cada palmo, con cada desgarro,
porque tal vez mañana la realidad
me vuelva a patear la boca.
© Daniel Ramos Autó
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Hermoso! tenía mucho tiempo sin pasar por aquí y me encuentro con este maravilloso poema, que me llegó hasta lo más profundo!.
ResponderEliminarBesos Daniel!
Luz