¡Brindemos! ¡Sí! ¡Brindemos!
Alcemos nuestras copas
y adiestremos angustias.
¡Sí! ¡Brindemos!
Traguemos todos los clavos,
engullamos todas las penas
e invoquemos al silencio,
cantemos al olvido.
¡Sí! ¡Sí! ¡Brindemos!
Abramos todos los frascos,
todas las puertas,
todas las trampillas,
vaciemos los desvanes
y desnudemos nuestras almas.
¡Sí! ¡Sí! ¡Brindemos!
Apretemos fuerte el acelerador,
sintamos el vértigo
que es necesitar más velocidad,
sintamos la tremenda soledad
que es estar vivos ,
sintamos nuestra piel por primera vez
ligera de equipaje.
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