sábado, 18 de septiembre de 2010
UNA MALA MANO
Uno aprende mucho de sus sombras.
Supe por ellas que el dolor existe,
supe por ellas que la vida embiste,
mas iba implícito en el camino
del aprender a ser
Así es la vida de las ratas,
así es la vida en las alcantarillas,
errante y oscura al paladar
He mudado mi plumaje de cuervo
innumerables veces
por muertes que me llegaron prematuras
en forma de paredes sin ventanas,
como llega la muerte a aquellos
que se supieron vivos algún día
en mundos extraños
colmados de almendras dulces
Las sombras, de nuevo,
han venido buscando aliento,
han venido a robarle tiempo al tiempo
Sí, ya estan aquí, golpeando la puerta,
recordándome que perdí
mis sueños indomables
en una mala mano
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Interesante poema y hermoso.Un abrazo
ResponderEliminarHola Milagros!! Gracias por tu comentario!! Un abrazo enorme
ResponderEliminarSe presta al paladar de mi boca
ResponderEliminarel estigma verbal
que ahorca el cuello del alma
Sólo
el vacio perece
cuando la musicalidad
de unos versos
conquistan
mis labios umbríos
Y aquí estoy
volátil, ciega
y enamorada del estruendo rutilante
que otros degustan
© Begoña M. Bermejo